Refrescando tu cuerpo
El consumo de refresco durante los últimos años se ha incrementado considerablemente en México y en el mundo. Además de su efecto en el problema de sobrepeso y obesidad por su alto contenido de azúcar, tiene otras implicaciones en el interior de nuestro organismo.
En los primeros 10 minutos de consumir una lata de 355 ml de refresco, nuestro organismo recibe 12 cucharaditas de azúcar que se absorben rápidamente; esta cantidad de azúcar sobrepasa la recomendada por día para la mayoría de las personas.
A los 20 minutos, el nivel de azúcar en la sangre aumenta provocando secreción de insulina. Sí las células de nuestro cuerpo no necesitas esa azúcar o energía en ese momento, la insulina transporta el azúcar hacia las células de grasa de nuestro cuerpo en donde se convierte en grasa aumentado así nuestra grasa corporal.
A los 40 minutos, la absorción de cafeína está completa (de los refrescos que la contienen). En nuestro cuerpo las pupilas se dilatan, la presión sanguínea sube, el hígado responde bombeando más azúcar en la corriente sanguínea, aumenta nuestro estado de alerta. A los 45 minutos el cuerpo aumenta la producción de dopamina, estimulando los centros de placer del cuerpo. (Físicamente, funciona como con la heroína.)
A los 50 minutos, el ácido fosfórico empuja calcio, magnesio y zinc para el intestino grueso, aumentando su excreción. Las altas dosis de azúcar y otros edulcorantes aumentan la excreción de calcio por la orina. El consumo excesivo de refresco es una de las causas de la OSTEOPOROSIS.
Te recomiendo por lo anterior, un consumo moderado de refresco LIGHT porque evitarás almacenar grasa en tu cuerpo al no consumir azúcar, sin embargo, todos los demás efectos que te menciono siguen sucediendo en tu cuerpo.
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